Why advocate for the vitality of matter? – Ana Lucia Garcia Hoefken
Curada por Fabrizio Contarino y Maria Fernanda Marquez Durand
Souvenir
Opening 22 de febrero a las 19hs
Del 22 de Febrero al 24 de Marzo 2024
abrimos con cita previa:
espai.souvenir@gmail.com
www.espaisouvenir.com
Si queremos comprender la relación de nuestra experiencia personal con el entorno, el enfoque apropiado es analizar la relación de nuestra vivencia personal con nuestros propios cuerpos.
La corporeidad persiste tanto en la estructura corporal, como un objeto físico situado entre otros ‘cuerpos’ en un entorno más amplio con propiedades físicas, así como en la experiencia subjetiva de ser un cuerpo personal, propiedad de un individuo con una biografía específica y situado en (y condicionado por) una cultura dada. Resulta intrigante reflexionar sobre la locomoción del cuerpo y la capacidad que nos brinda para explorar nuestro propio ser.
Las geografías del tacto son las geografías sensoriales que surgen de la receptividad táctil del cuerpo, específicamente de la piel. El tacto es, sobre todo, el sentido más íntimo, limitado por el alcance del cuerpo, y es el más recíproco de los sentidos, ya que tocar siempre implica ser tocado (Montagu 1971). Existe un interés por el re descubrimiento de lo sensorial (y el cuerpo) como una parte poderosa de la experiencia social, política, histórica y geográfica tras un proceso migratorio experimentado por Ana Lucía.
Desde su práctica artística le resulta muy paradójico la idea de dedicarse al trabajo con arcilla y no profundizar en este aspecto, no sentir curiosidad por identificar y reconocer el origen. Y aun mas, utilizar arcilla proveniente de otros entornos y otras historias, perdiendo sentido de pertenencia y alejando al material de su tierra. La arcilla es un material crudo, real, directo, tangible, no procesado que nos rodea. Es el resultado y la prueba de la vitalidad de la Tierra.
Encontrar y procesar arcilla natural es un proceso lento que requiere todos los sentidos para entender el entorno en el nos encontramos.
En Catalunya, la existencia de la terracota como elemento ornamental de la arquitectura se remonta a la época medieval y coincide con el desarrollo de la civilización eminentemente urbana. Para Ana Lucia, los viajes a canteras, realizados en el pasado en el interior de su país de origen era un constante en el desarrollo de su investigación. Estos espacios geológicos naturales que contienen rocas sedimentarias, son también grandes ecosistemas que están en constante cambio por fuerzas físicas y químicas.
Las fuerzas externas e internas ejercidas sobre estos espacios se traducen a un binomio invisible compuesto por lo orgánico y sintético. La transformación ecológica materialmente se traduce a restos de procesos extractivos y deforestación, un paisaje creado a partir de una ficción pos-humana. Ana Lucia cuestiona su relación con su entorno y observando de adentro-hacia afuera y de afuera-hacia adentro su transformación. Las canteras son proveedoras de una extensa variedad de materia que la artista utiliza y que a su vez se convierte en una superficie que refleja procesos íntimos de una migrante frente a los cambios en su cotidianidad. En Why advocate for the vitally of matter? la búsqueda de Ana Lucia se ve cargada por información y testimonio de la materia.
Why advocate for the vitality of matter? es una instalación que se inspira en las codificaciones más profundas encontradas en las canteras de Cantera en La Bisbal d’Empordà (Girona) en Catalunya. Combina procesos, sonidos, huellas y un video para crear un paisaje onírico que representa en realidad espacios corrompidos por nuevas economías. Ana Lucia nos invita a reconocer la materia como cuerpo, para crear nuevos diálogos, a través de los sentidos, situados en el cuerpo, opera a través una dimensión sensorial para una comprensión social, política y geográfica de la materia y
su extracción.
¿Qué pasa por tus manos y tus sentidos al procesar una arcilla desde que la identificas en el paisaje? ¿Qué significa estar en sintonía con tu paisaje? La vitalidad de la arcilla trasciende con muchas posibilidades y trayectorias.
La artista busca evidenciar las propiedades y cualidades de la arcilla para crear nuevos diálogos entre unidades de materia, entender su relación con el entorno y desmantelar varias representaciones culturales impuestas con las materialidades y estadios de procesos extractivos tradicionales en espacios corrompidos por nuevas economías. La exhibición genera un recorrido sensorial donde se busca revelar la fragilidad de la materia y la carga informativa que se acumula a lo largo del tiempo.
Las piedras de arcilla roja, amarilla y gris hechas y cargadas de información que acompaña, corrompe e interviene las canteras hacen referencia y un paralelo a los viajes migratorios inciertos de Ana Lucia. Los registros de arcilla (o huellas) en la instalación se presentan como agotados, reflejando la presión económica de la sobreproducción. En este contexto, las canteras se ven amenazadas, ya que la producción constante es prioritaria y una vez agotada, la comunidad pierde interés. En un mundo fragmentado por la desensibilización ecológica busca politizar el impacto de la materia en nuestras vidas.
Maria Fernanda Marquez Durand
Ana Lucia Garcia (Lima, 1994) recibió su formación artística en la Central Saint Martins de Londres. Además, ha realizado estudios de ingeniería y en 2018 fue residente en la High House Residency en Norfolk, Reino Unido. En 2019, fundó Retorno, un estudio de cerámica para la investigación y la práctica, donde viajó por Perú a lugares como Cusco o San Martín para aprender más sobre las técnicas tradicionales. En 2021, realizó un Postgrado en Artes Aplicadas Contemporáneas en la Escola Massana de Barcelona, desarrollando aún más sus investigaciones en cerámica. Y en el 2022 fue residente becada en el Centro Internazionale di Scultura en Suiza. Entre sus exhibiciones se encuentran “Premio ICPNA Arte Contemporáneo 2023” – Lima 2023, “Lo estático en movimiento” (solo show) –Lima 2023, “Ella” Museo de Diseño – Barcelona 2023, entre otras.
www.analuciagarciahoefken.com
Why advocate for the vitality of matter? – Ana Lucia Garcia Hoefken
Curated by Fabrizio Contarino and Maria Fernanda Marquez Durand
If we want to understand the relationship of our personal experience to the environment, the appropriate approach is to analyse the relationship of our personal experience to our own bodies.
Embodiment persists both in the bodily structure, as a physical object situated among other ‘bodies’ in a wider environment with physical properties, as well as in the subjective experience of being a personal body, owned by an individual with a specific biography and situated in (and conditioned by) a given culture. It is intriguing to reflect on the locomotion of the body and the capacity it gives us to explore our own being.
The geographies of touch are the sensory geographies that arise from the tactile receptivity of the body, specifically the skin. Touch is, above all, the most intimate sense, limited by the reach of the body, and is the most reciprocal of the senses, since touching always implies being touched (Montagu 1971). There is an interest in the rediscovery of the sensory (and the body) as a powerful part of the social, political, historical and geographical experience after a migratory process experienced by Ana Lucía.
From her artistic practice, she finds it very paradoxical the idea of working with clay and not going deeper into this aspect, not being curious to identify and recognise the origin. And even more, to use clay from other environments and other histories, losing a sense of belonging and distancing the material from its land. Clay is a raw, real, direct, tangible, unprocessed material that surrounds us. It is the result and proof of the vitality of the Earth.
Finding and processing natural clay is a slow process that requires all the senses to understand the environment in which we find ourselves.
In Catalonia, the existence of terracotta as an ornamental element in architecture dates back to medieval times and coincides with the development of an eminently urban civilisation. For Ana Lucia, trips to quarries, made in the past in the interior of her country of origin, were a constant in the development of her research. These natural geological spaces containing sedimentary rocks are also large ecosystems that are constantly changing due to physical and chemical forces.
The external and internal forces exerted on these spaces translate into an invisible binomial composed of the organic and the synthetic. The ecological transformation materially translates into the remains of extractive processes and deforestation, a landscape created from a post-human fiction. Ana Lucia questions her relationship to her surroundings and observes from the inside-out and from the outside-in her transformation. The quarries provide a wide variety of material that the artist uses, which in turn becomes a surface that reflects the intimate processes of a migrant in the face of changes in her everyday life. In Why advocate for the vitality of matter? Ana Lucia’s search is charged by information and testimony of matter.
Why advocate for the vitality of matter? is an installation inspired by the deepest encodings found in the quarries of Cantera in La Bisbal d’Empordà (Girona) in Catalonia. It combines processes, sounds, traces and a video to create a dreamlike landscape that actually represents spaces corrupted by new economies. Ana Lucia invites us to recognise matter as a body, to create new dialogues, through the senses, situated in the body, she operates through a sensorial dimension for a social, political and geographical understanding of matter and its extraction.
What goes through your hands and senses when processing a clay since you identify it in the landscape? What does it mean to be in tune with your landscape? The vitality of clay transcends with many possibilities and trajectories.
The artist seeks to highlight the properties and qualities of clay to create new dialogues between units of matter, to understand its relationship with the environment and to dismantle various cultural representations imposed with the materialities and stages of traditional extractive processes in spaces corrupted by new economies. The exhibition generates a sensorial journey that seeks to reveal the fragility of matter and the informative load that accumulates over time.
The red, yellow and grey clay stones made and loaded with information that accompanies, corrupts and intervenes the quarries make reference to and parallel Ana Lucia’s uncertain migratory journeys. The clay records (or traces) in the installation are presented as depleted, reflecting the economic pressure of overproduction. In this context, the quarries are threatened, as constant production is prioritised and once depleted, the community loses interest. In a world fragmented by ecological desensitisation it seeks to politicise the impact of matter on our lives.
Maria Fernanda Marquez Durand
Ana Lucía García (Lima, 1994) recibió su formación artística en la Central Saint Martins de Londres. También ha estudiado ingeniería y en 2018 fue residente en la High House Residency de Norfolk, Reino Unido. En 2019, fundó Retorno, un estudio de cerámica para la investigación y la práctica, donde viajó por Perú a lugares como Cusco o San Martín para aprender más sobre técnicas tradicionales. En 2021, completó un Diploma de Postgrado en Artes Aplicadas Contemporáneas en la Escola Massana de Barcelona, desarrollando aún más su investigación en cerámica. Y en 2022 fue becaria residente en el Centro Internazionale di Scultura en Suiza. Sus exposiciones incluyen “Premio ICPNA Arte Contemporáneo 2023” – Lima 2023, “Lo estático en movimiento” (muestra individual) – Lima 2023, “Ella” Museo de Diseño – Barcelona 2023, entre otras.
www.analuciagarciahoefken.com
Why advocate for the vitality of matter? – Ana Lucia Garcia Hoefken
Curada per Fabrizio Contarino i Maria Fernanda Marquez Durand
Si volem comprendre la relació de la nostra experiència personal amb l‟entorn, l‟enfocament apropiat és analitzar la relació de la nostra vivència personal amb els nostres propis cossos.
La corporeïtat persisteix tant en l’estructura corporal com en un objecte físic situat entre altres ‘cossos’ en un entorn més ampli amb propietats físiques, així com en l’experiència subjectiva de ser un cos personal, propietat d’un individu amb una biografia específica i situat a (i condicionat per) una cultura donada. Resulta intrigant reflexionar sobre la locomoció del cos i la capacitat que ens ofereix per explorar el nostre propi ésser.
Les geografies del tacte són les geografies sensorials que sorgeixen de la receptivitat tàctil del cos, específicament de la pell. El tacte és sobretot el sentit més íntim, limitat per l’abast del cos, i és el més recíproc dels sentits, ja que tocar sempre implica ser tocat (Montagu 1971). Hi ha un interès pel redescobriment del sensorial (i el cos) com una part poderosa de l’experiència social, política, històrica i geogràfica després d’un procés migratori experimentat per Ana Lucía.
Des de la seva pràctica artística resulta molt paradoxal la idea de dedicar-se al treball amb argila i no aprofundir en aquest aspecte, no sentir curiositat per identificar i reconèixer l’origen. I encara més, utilitzar argila provinent d’altres entorns i altres històries, perdent sentit de pertinença i allunyant el material de la seva terra. L’argila és un material cru, real, directe, tangible, no processat que ens envolta. És el resultat i la prova de la vitalitat de la Terra.
Trobar i processar argila natural és un procés lent que requereix tots els sentits per entendre l’entorn on ens trobem.
A Catalunya, l‟existència de la terracota com a element ornamental de l‟arquitectura es remunta al‟època medieval i coincideix amb el desenvolupament de la civilització eminentment urbana. Per a Ana Lucia, els viatges a pedreres, realitzats en el passat a l’interior del seu país d’origen, era un constant en el desenvolupament de la seva investigació. Aquests espais geològics naturals que contenen roques sedimentàries, són també grans ecosistemes que estan en canvi constant per forces físiques i químiques.
Les forces externes i internes exercides sobre aquests espais es tradueixen a un binomi invisible compost per allò orgànic i sintètic. La transformació ecològica materialment es tradueix a restes de processos extractius i desforestació, un paisatge creat a partir d’una ficció posthumana. Ana Lucia qüestiona la seva relació amb el seu entorn i observant d’endins cap a fora i de fora cap a dins la seva transformació. Les pedreres són proveïdores d’una extensa varietat de matèria que l’artista utilitza i que es converteix en una superfície que reflecteix processos íntims d’una migrant davant dels canvis en la seva quotidianitat. A Why advocate for the vitally of matter? la cerca d’Ana Lucia es veu carregada per informació i testimoni de la matèria.
Why advocate for the vitality of matter? és una instal·lació que s’inspira en les codificacions més profundes trobades a les pedreres de Pedrera a La Bisbal d’Empordà (Girona) a Catalunya. Combina processos, sons, empremtes i un vídeo per crear un paisatge oníric que representa en realitat espais corromputs per noves economies. Ana Lucia ens convida a reconèixer la matèria com a cos, per crear nous diàlegs, a través dels sentits, situats al cos, opera a través una dimensió sensorial per a una comprensió social, política i geogràfica de la matèria i
la seva extracció.
Què passa per les teves mans i els teus sentits en processar una argila des que la identifiques al paisatge? Què vol dir estar en sintonia amb el teu paisatge? La vitalitat de l’argila transcendeix moltes possibilitats i trajectòries.
L’artista busca evidenciar les propietats i les qualitats de l’argila per crear nous diàlegs entre unitats de matèria, entendre la seva relació amb l’entorn i desmantellar diverses representacions culturals imposades amb les materialitats i els estadis de processos extractius tradicionals en espais corromputs per noves economies. L’exhibició genera un recorregut sensorial on es vol revelar la fragilitat de la matèria i la càrrega informativa que s’acumula al llarg del temps.
Les pedres d’argila vermella, groga i grisa fetes i carregades d’informació que acompanya, corromp i intervé les pedreres fan referència i un paral·lel als viatges migratoris incerts d’Ana Lucia. Els registres d’argila (o empremtes) a la instal·lació es presenten com esgotats, reflectint la pressió econòmica.
Ana Lucia Garcia (Lima, 1994) va rebre la seva formació artística a la Central Saint Martins de Londres. A més, ha realitzat estudis d’enginyeria i el 2018 va ser resident a la High House Residency a Norfolk, Regne Unit. El 2019, va fundar Retorno, un estudi de ceràmica per a la investigació i la pràctica, on va viatjar pel Perú a llocs com Cusco o San Martín per aprendre més sobre les tècniques tradicionals. L’any 2021, va realitzar un Postgrau en Arts Aplicades Contemporànies a l’Escola Massana de Barcelona, desenvolupant encara més les seves investigacions en ceràmica. I el 2022 va ser resident becada al Centre Internazionale di Scultura a Suïssa. Entre les seves exhibicions hi ha “Premi ICPNA Art Contemporani 2023” – Lima 2023, “El que està estàtic en moviment” (només show) –Lima 2023, “Ella” Museu de Disseny – Barcelona 2023, entre d’altres.
www.analuciagarciahoefken.com