Opening May 6th 19:00h.
From 7th to 20th of May 2025
Open by appointment: espai.souvenir@gmail.com
www.espaisouvenir.com
Sound performance by Tom Chant on 06.05.2025, 19.30h
Food and storytelling workshop (RSVP) on 12.05.2025
Inscriptions: espai.souvenir@gmail.com – mayssa.f@gmail.com
From the earliest murmurs of humankind and ancient rites to the tools we shaped with our hands and the homes we built from the earth, stones have accompanied us. They have borne our memory, both human and geological, and have stood quietly in the foundations of all we have called history.
They are bearers of the slow passage of time with a gravity that is never indifferent, though it may seem so. Their presence is a record of our existence, as the first and the last witnesses.
Still, yet never truly mute, they echo. Absolute silence, after all, belongs to the void, to the reaches beyond our atmosphere; the earth, even in stillness, resounds.
The stone is alive. It listens, holds, transforms.
Animism reminds us that matter is never mere material, but a communion of relations. Ibn Arabi, the Arab Andalusian Sufi philosopher, names it tajalli, in which the divine or the metaphysical becomes visible in every form, even in a pebble and calls for the language of signs where everything speaks. To attend to stone is to partake in that unveiling.
The Beginning of Memory is the first gesture I have made toward tracing a personal cartography through stone. It is, in one sense, a private meditation – philosophical, political, metaphysical. Yet it remains open, as any true vessel must be, porous and generous. It receives other stories, with the hope of sheltering them and listens back.
Part stone, part ocarina, part cave or safe, this variable ceramic installation offers itself as a potential place of telling and keeping. A chamber for voices, dreams, sounds, small lives, and cherished objects, each one carried here, each one held. In its clay walls lies the space for resonance, for breath and becoming, holding tension between intimacy and violence, the domestic and the dislocated.
The medium is no coincidence, it holds the symbolic significance as memory, metamorphosis and earth. In contexts of colonialism, clay becomes a material of resistance and repair, entwined with land, identity, and the body. It comes to assert presence in the face of erasure and shape continuity even when the home is gone.
The title was borrowed from a Laurie Anderson song on her album Homeland, which found me in the wake of the unfolding of the ongoing genocide in Palestine, whose horrific reality sparked this work. Here one of the readings of the stone is as a signifier of defiance – picked from the land and thrown into terrible relief against the sterile precision of a robotic army. Where there is no heart, the stone speaks. Contrary to the expression “a heart made of stone,” it is the stone that, in this case, holds the tenderness of the land, the rupture of exile, the grief of displacement.
In this initial iteration, musician Tom Chant is invited to dwell within the work and offer sound in return. His composition is drawn from one of the stories entrusted to him, letting echo meet echo, and crack be altered. His presence not only sonic, but relational, a listener, a channel, a caretaker of resonance.
In conjunction with the installation, Fattouh will be conducting a food workshop of a traditional Mediterranean recipe, passed on from generations and prepared collectively, here alongside readings of texts and storytelling.
Mayssa Fattouh’s curatorial and multidisciplinary practice explore the intersections of memory, collective imaginaries, environmental concerns and social behaviour, what she describes as a practice of collective care.
Tom Chant is a saxophonist and composer from London living in Barcelona.Tom focuses mainly on free improvised music which he has been involved in for 30 years.
Opening 6 Mayo 2025 a las 19:00hs.
Del 7 al 20 de mayo 2025
abrimos con cita previa: espai.souvenir@gmail.com
Inauguración y performance sonora con Tom Chant – 06.05.2025, 19:30h
Taller culinario y relatos orales (RSVP necesario) – 12.05.2025
Inscripción: espai.souvenir@gmail.com – mayssa.f@gmail.com
Desde los primeros susurros de la humanidad y los ritos antiguos, hasta las herramientas que modelamos con las manos y los hogares que construimos con la tierra, las piedras nos han acompañado.
Han portado nuestra memoria, tanto humana como geológica, y han permanecido en silencio en los cimientos de todo aquello que hemos llamado historia. Son portadoras del lento paso del tiempo, con una gravedad que nunca es indiferente, aunque así lo parezca. Su presencia es un registro de nuestra existencia, como primeras y últimas testigos.
Quietas, pero nunca realmente mudas, las piedras resuenan. El silencio absoluto, después de todo, pertenece al vacío, a las regiones más allá de nuestra atmósfera; la tierra, incluso en la quietud, vibra.
La piedra está viva. Escucha, guarda, transforma.
El animismo nos recuerda que la materia nunca es solo materia, sino una comunión de relaciones.
Ibn Arabi, filósofo sufí andalusí, lo nombra tajalli: la manifestación de lo divino o lo metafísico en cada forma, incluso en un guijarro. Para él, todo habla, y escuchar la piedra es participar en ese desvelamiento.
El Comienzo de la Memoria es el primer gesto que he hecho para trazar una cartografía personal a través de la piedra. Es, en cierto sentido, una meditación íntima — filosófica, política, metafísica. Pero permanece abierta, como todo verdadero recipiente debe ser: poroso y generoso. Recibe otras historias con la esperanza de darles cobijo, y las escucha de vuelta.
Parte piedra, parte ocarina, parte cueva o cofre de deseos, esta instalación cerámica variable se ofrece como posible lugar para contar y conservar. Una cámara para voces, sueños, sonidos, vidas pequeñas y objetos preciados, cada uno traído hasta aquí, cada uno sostenido. En sus paredes de arcilla habita el espacio para la resonancia, la respiración y el devenir; una tensión contenida entre la intimidad y la violencia, lo doméstico y el desarraigo.
El medio no es una coincidencia: la arcilla posee un significado simbólico como memoria, metamorfosis y tierra. En contextos de colonialismo, la arcilla deviene un material de resistencia y reparación,
entrelazada con el cuerpo, la tierra y la identidad. Afirma la presencia frente al intento de borrado, y da forma a una continuidad incluso cuando el hogar ya no está.
El título fue tomado prestado de una canción de Laurie Anderson del álbum Homeland, que llegó a mí tras el desarrollo del genocidio en curso en Palestina, cuya realidad insoportable dio origen a esta obra.
Aquí, una de las lecturas de la piedra es la de un símbolo de resistencia — recogida de la tierra y lanzada con furia frente a la precisión estéril de un ejército robotizado.
Donde no hay corazón, la piedra habla.
Contrario a la expresión “tener un corazón de piedra”, es la piedra, en este caso, la que guarda la ternura de la tierra, la ruptura del exilio, el duelo del desplazamiento.
En esta primera iteración, el músico Tom Chant es invitado a habitar la obra y a ofrecer sonido a cambio, con una composición inspirada de una de las historias que le fue confiada, dejando que eco encuentre eco y que la grieta se altera. Su presencia no es solo sonora, sino relacional: escucha, canaliza, cuida la resonancia.
En paralelo a la instalación, Fattouh llevará a cabo un taller culinario en torno a una receta tradicional del Mediterráneo, transmitida de generación en generación y preparada colectivamente, que estará acompañada de lecturas de textos y relatos orales.
Mayssa Fattouh desarrolla una práctica curatorial y multidisciplinar que explora las intersecciones entre la memoria, los imaginarios colectivos, las preocupaciones medioambientales y el comportamiento social, lo que ella describe como una práctica del cuidado colectivo.
Tom Chant es saxofonista y compositor, originario de Londres y residente en Barcelona.
Se dedica principalmente a la música de improvisación libre, un campo en el que ha
trabajado durante más de 30 años.